Hablemos de lo que nos pasa...

. Corría el sábado 4 de Enero del 2020 y que mejor que arrancar el 2020 con lo que más me gusta hacer: nadar . Travesía del cruce del río Uruguay . Literalmente un cruce. Te llevan en lancha hasta la isla Caridad y de ahí 2500 metros hacia el Club Remeros de Paysandú. La verdad es una travesía que había hecho por primera vez hace unos años pero el sábado en vez de ser la segunda fue como una primera vez nuevamente. "Por qué?", "no sé ". La vi con otros ojos , la nade con más sentidos o con los sentidos más abiertos y en la mente me quedó una frase de un compañero que me dijo: "esas sensaciones son todas tuyas y no te las quita nadie ". Puff, si será! Tal cual. Las experiencias son de cada un@ y lo vivido no te lo quita nada ni nadie . Mi objetivo en esa travesía era animarme a más. En términos deportivos, apretar más el ritmo , confiar en mi y en mi entrenamiento y confiar que nada malo iba a pasar. Así fue, después de 40 minutos de espera en la isla,

Sábado 25 y Domingo 26 de Enero de 2020...de los mejores o peores 😆 findes que he tenido...veia el número 2 hasta en la sopa jajajaja... Dos días: sábado y domingo. Dos competencias: travesía en Piriápolis el sábado y triatlón sprint en Trinidad el domingo. Dos: grandes aprendizajes. Y el último dos? Dos segundos puestos. Hablemos de los aprendizajes. Para el sábado fue el gran desafío de cambiar autoexigencia por disfrute . Nadé esa travesía tan especial para mi sólo con la idea de disfrutar aunque la autoexigencia de "ir más rápido", apareció inmediatamente a dos brazadas de la salida . Pudimos amigarnos con ella y nadamos gozadamente hasta la línea de llegada . Conforme con la idea, sin expectativas y sin saber que había dejado un segundo puesto (me enteré hoy) Solamente, sorprendida. "Y el domingo?" ufff, "una competencia para el olvido", eso pensé ni bien cruce la meta . Sinceramente me sentí muy mal , mucho calor , se me salió la cadena de la bi